El mejor detective de los Los Angeles, la señora Muerte, Louis-Ferdinand Céline, un Gorrión Rojo y extraterrestres: esas son las piezas que configuran Pulp (Editorial Anagrama), la última obra literaria de Charles Bukowski. Lo que podría parecer una novela negra con toques de scifi (en definitiva, como su propio título indica, una “pulp fiction”), a manos de Bukowski se convierte en una parodia y un homenaje a ese subgénero y, a la vez, en una tragicomedia.
En Pulp se encuentra todo lo que hace que Bukowski sea Bukowski: escritura directa y descarnada, lenguaje políticamente incorrecto, humor negro y, sobre todo, decadencia y autodestrucción. Sin embargo, lo que convierte Pulp en algo más que una novela es el contexto de su escritura: Bukowski la terminó poco antes de morir de leucemia, a los 73 años.
Bajo la apariencia de un divertimento liviano, en donde Nick Belane recibe las peticiones de estrambóticos personajes para desenmarañar misterios todavía más extravagantes, se percibe un sentimiento crepuscular. Esa representación de la muerte, personificada en una femme fatal que intenta dar caza a Céline (escritor influyente en la obra de Bukowski), fácilmente nos transmite la idea del propio proceso creativo de Pulp: una escritura a contrarreloj. Sin embargo, esa idea de intentar escapar de la señora Muerte choca frontalmente con esa autodestrucción recurrente, tanto en la vida de Bukowski como en su obra literaria. En esta ocasión, Bukowski parece, a través de Nick Belane, no recurrir a esa vía autodestructiva como un castigo, sino como un modo de resignación ante la llegada del final. Y es que esa idea es la que sobrevuela constantemente la novela: que llega un punto en el que ya no hay escapatoria.
Pulp es una muy buena forma de acercarse al universo de Bukowski. Estrictamente como novela, funciona a la perfección, tanto por sus personajes como por su desarrollo narrativo, que mantiene al lector asombrado por la inventiva y la calidad literaria que demuestra. Para los seguidores de Bukowski, Pulp es el testamento de su trayectoria vital y literaria. Brindemos con un trago de whisky. Es lo que a él le habría gustado.
Valoración: 8/10
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